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Autodefensas en Michoacán (foto publicada en Excélsior)

23 de marzo de 2011

Jerusalén: Siete años después, ¿qué ha cambiado?

Una alerta de AP me despertó esta mañana. Un despacho informativo daba cuenta del atentado con bomba que sacudió a Jerusalén matando a una mujer y dejando más de 30 heridos.
El mismo cable informaba que el último atentado registrado en ese lugar fue en 2004. En ese instante vino a mi mente el recuerdo de algo que me tocó vivir de cerca, a unos metros de distancia, precisamente la explosión de un hombre bomba en un autobús en la calle King David de la histórica ciudad israelí, a donde fui enviada por El Universal para cubrir una reunión de Ministros de Turismo del Mediterráneo.
De pronto, lo que hubiera sido una ordinaria cobertura de negocios se convirtió en el relato de un episodio de la guerra entre palestinos e israelies por territorio.
Cuando leí esta mañana el dato de 2004, busqué en los recovecos de la memoria y fue cuando me di cuenta de que yo había estado ahí, en ese momento. Salté de la cama y saqué mis archivos y fotos de esa cobertura. La fecha de la nota se mostró ante mis ojos como si estuviera subrayada con marcador amarrillo: 22 de febrero de 2004.
Efectivamente me tocó reportear ese trágico momento, donde murieron 8 personas y hubo más de 60 heridos.
Ya pasaron siete años y la pregunta es la misma: ¿Qué ha cambiado? Le temo a la respuesta y al tiempo que se lleve la solución de ese conflicto entre Israel y Palestina, quizá ni mis nietos lo vean.
Cuando llegué a Jerusalén la primera recomendación que me hicieron fue que no me subiera a ningún autobús, que entrara a los comercios o restaurantes donde hubiera arcos detectores de metales y que no caminara por calles ni asistiera a lugares muy concurridos, porque los atentados ocurren justo donde hay más gente.

Mientras realizaba una serie de entrevistas y recorridos para un reportaje titulado "La muerte a la vuelta de la esquina", también publicado en El Universal y que retrata la vida de los judíos y los árabes que viven en Jerusalén, me instruyeron acerca de cómo reconocer una situacion de peligro.
Me dijeron que cuanda se registrara un atentado lo sabría porque escucharía sirenas y radios a todo volumen. Y así fue, justo eso escuché.
Los hechos de hoy me han dado la coyuntura para compartir con ustedes esta experiencia, la nota de ese día.


En la imagen, el camión de la Ruta 14 que estalló ese domingo 22 de febrero de 2004.


"Mueren ocho en atentado"

Jerusalén.- Mohamed Zaal, del movimiento palestino Brigadas de los Mártires de Al-Aqza, subió al autobús de la ruta 14 en la estación Harjoma, cerca de Belén, esperó 15 minutos de trayecto, se paró justo en el centro del camión, y a las 8:30 de la mañana (local) del domingo detonó la bomba que traía sujeta al cuerpo con una carga de siete kilos de explosivos, según informaron las autoridades de seguridad y defensa israelíes.
El saldo: ocho muertos y más de 60 heridos, entre ellos 10 de gravedad y 11 niños.
El terrorista suicida venía de Belén, territorio palestino, tenía 22 años, vivía en la aldea de Husan y pertenecía a las Brigadas de Al-Aqza, brazo armado de Al-Fatah, que dirige el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasser Arafat.
Entró a Jerusalén por una de las zonas en donde todavía no se construye la cerca de seguridad que impide el paso a los palestinos; abordó el autobús que se dirigía al centro de la ciudad, y en la calle King David, a unos cinco minutos de la ciudad vieja donde se ubica el centro religioso de judíos, musulmanes y católicos hizo estallar el artefacto, que según el vocero de la policía israelí, Gil Kleiman, además de los explosivos traía sustancias químicas.
El atentado ocurrió un día antes de que el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya discuta hoy (lunes) si entre sus facultades está la de determinar la legalidad de la construcción de la cerca de seguridad, que las autoridades de Israel han empezado a colocar en Cisjordania y que tendrá una longitud de 720 kilómetros, de los cuales se han construido 200 kilómetros.
El primer ministro de Israel, Ariel Sharon, condenó el atentado y culpó a los palestinos del acto terrorista. En un comunicado, las autoridades recordaron que una de las exigencias para alcanzar la paz y retornar a la mesa de diálogo es que la Autoridad Palestina desmantele y desarme a los grupos fundamentalistas.
Saeb Erekat, el principal negociador de la Autoridad Palestina, lamentó el atentado y dijo que "el fin de la ocupación israelí es la única forma de terminar con el círculo de la violencia. La paz y la seguridad no se construye con muros, con incursiones y asesinatos", dijo. Consideró que los ataques dan pretexto a los israelíes para construir el muro, que en algunas zonas cercanas al territorio palestino, como Abudis, mide 18 metros de altura y está conformado por barras de concreto.
El vocero de la Policía de Jerusalén, Gil Kleiman, dijo minutos después de que estalló el "hombre bomba" que el gabinete de Seguridad se reunirá para determinar las acciones que emprenderá el gobierno, a fin de reforzar la vigilancia en la región, garantizar la seguridad de los ciudadanos israelíes y cerrar el paso a los palestinos.
"No necesitamos más pruebas para ir a la Corte de La Haya. Con este tipo de actos terroristas no necesitamos justificar la construcción de la cerca de seguridad", dijo Kleiman entrevistado en el lugar de la explosión.
Jonathan Peled, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores del gobierno de Israel dijo, en entrevista con EL UNIVERSAL, que el terrorismo tiene como objetivo destruir la vida de los israelíes, "y bajo ninguna circunstancia vamos a dejar que pase. Por eso vamos a seguir construyendo la cerca y hacer todo para proteger a nuestros ciudadanos, porque ningún país puede aguantar que sus ciudadanos sean atacados y los maten con actos terroristas".
El atentado
Eran alrededor de las 8:30 de la mañana y aquí la semana comienza en domingo, se reanudan las actividades escolares, financieras y de oficinas públicas; por eso, cuando el "hombre bomba" explotó había en el autobús alrededor de 70 personas, entre ellas 11 niños que se dirigían a la escuela. A bordo también había elementos de seguridad, pero no se percataron de los explosivos.
Los primeros en llegar fueron los zaka una organización de judíos ortodoxos que de manera voluntaria prestan asistencia médica a los heridos y ayudan a sacar los cuerpos de las víctimas, minutos después las ambulancias, la policía, los elementos de las Fuerzas Armadas y el escuadrón especial encargado de desactivar explosivos, fueron ellos los primeros en subir al camión para buscar si no había otro artefacto que pudiera estallar e inspeccionar la zona para detectar sustancias químicas.
Después los zaka se encargaron de los cadáveres y de juntar e identificar las partes (brazos, pies, cabeza, tronco) que quedaron desprendidos de los cuerpos, para subirlos a las ambulancias y después entregarlos a sus familiares, para que según la religión judía sean enterrados lo más completo que se pueda.
La zona fue acordonada y las calles de Jerusalén tomadas por el ejército y la policía. Desde ese momento, todo automóvil y autobús sospechosos eran revisados por los militares. Los puntos de paso fronterizo fueron cerrados y la vigilancia en las zonas aledañas a los territorios palestinos en Cisjordania (Belén y Abudis, entre otros) se reforzaron.
La señal de alarma en la ciudad fueron las sirenas de las ambulancias que trasladaban a las víctimas y que se podían escuchar en toda la ciudad de Jerusalén.
El autobús estalló en la calle King David, justo en el límite de los barrios Germany, Moshaba y Ragabia, frente a una estación de gasolina. La ruta 14 corre desde Harjoma, donde se subió el palestino suicida, y pasa por diversas colonias, como Ramall y Bed Takerem, una zona hotelera, hasta llegar al centro de la ciudad, según informó Edwin Yabo, del Ministerio de Relaciones Exteriores. Gil Kleiman, vocero de la policía israelí, informó que el palestino tenía amarrado a su cuerpo una carga mediana de explosivos, que ocasionó siete muertos (sin incluir al terrorista) y más de 60 heridos, pero no logró causar daño a la gasolinera, pues de lo contrario las consecuencias hubieran sido desastrosas, ya que a unos 50 metros se encuentra el parque De la Campana, los hoteles Inbal y Rey David, así como la cafetería Olive.
 Explicó que las autoridades de seguridad, a través de la unidad de explosivos, determinará qué tipo de material se utilizó, si hubo sustancias químicas, y después el Departamento de Inteligencia de las Fuerzas Armadas de Israel iniciará una investigación para determinar quién financió el atentado y acordar nuevas medidas de seguridad.
La emergencia, la asistencia a las víctimas, la inspección y el despeje de la zona duró cerca de tres horas; después la calle fue abierta nuevamente a la circulación. Hasta ahí llegaron ciudadanos israelíes para protestar en contra del atentado, condenar la violencia y exigir la expulsión de los palestinos de los territorios judíos.
Los manifestantes llevaron pancartas en las que se podía leer: "Los árabes palestinos son enemigos", "fuera los palestinos del territorio judío". Ester y Meir así se identificaron dos de los inconformes mostraban los cartelones y gritaban consignas en favor de la paz y en contra de los actos terroristas; como ellos, se juntaron en la calle 20 más y permanecieron ahí por una hora, después regresaron a su rutina.

Las fotos las tomé el día del atentado, cuando las autoridades acudieron a la calle King David, donde estalló el hombre bomba.


En la imagen se ve a los zakas (voluntarios judíos) que ayudan a identificar a las víctimas.

http://www2.eluniversal.com.mx/pls/impreso/noticia.html?id_nota=15974&tabla=primera

2 comentarios:

  1. Saludos,

    Mi nombre es Lucy Bravo, soy estudiante de comunicación de sexto semestre, en la especialidad de periodismo, y la razón de mi correo es expresar mi gran interés de entrevistarle sobre su trabajo en los medios, así como obtener su perspectiva sobre la situación de la mujer en las industrias de comunicación. Me encantaría el poder concretar una entrevista lo más pronto posible. Estoy realizando un reportaje sobre el papel como posibles agentes de cambio social, que desempeñan las comunicadoras en la actualidad. Le agradezco su cordial atención.

    Quedo a su disposición,

    Lucy A. Bravo
    justme_lu@hotmail.com

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  2. Interesante tu tema Lucy. A tu correo te enviaré el mio para que nos pongamos en contacto.
    Saludos

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