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Autodefensas en Michoacán (foto publicada en Excélsior)

12 de marzo de 2014

Selfies

Los autorretratos no sólo los genera un teléfono móvil, también las acciones de nuestros políticos.

Nadie podrá negar que los políticos mexicanos están al pendiente de las últimas tendencias globales para seguirlas, como es debido dada su obligación de servir a la ciudadanía que devenga su salario.
Actualizados, siempre al día, saben sintonizarse con el sentir de la población mayoritaria. Sin necesidad de que alguien se los reclame, toman la iniciativa y actúan de inmediato. Con oportunidad, no oportunismo, aclaro.
Por supuesto, me refiero a la saludable decisión de los políticos de sumarse a la moda impuesta por la conductora televisiva Ellen DeGeneres el pasado domingo, cuando publicó en internet la foto que se tomó junto con varias estrellas de Hollywood durante la entrega de los Oscares, la archifamosa selfie (autorretrato) que colapsó Twitter (una red social) y lleva más de tres millones 350 mil retuits. (repeticiones o reenvíos).
Esta fotografía ha generado cualquier cantidad de parodias y memes (fotomontajes chuscos) y, desde luego, miles de personas en todo el mundo han recreado su propia versión de la hoy épica imagen. No podían faltar los políticos mexicanos, a quienes les gusta retratarse bien, independientemente del tipo de conductas que los retratan de cuerpo entero.
El martes, la senadora Mariana Gómez del Campo se tomó una foto con sus correligionarios Héctor Larios y ErnestoCordero, que ese día solicitó licencia al Senado para contender por la dirigencia nacional del PAN. Los poco amables comentarios que generó en Twitter no impidieron que días después ensayara una gráfica similar con motivo del 25 aniversario de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
Ninguno de esos dos cuerpos legislativos puede presumir de tener muy contenta a la ciudadanía. Ya Excélsiordocumentó cómo los actuales diputados locales capitalinos constituyen una de las legislaturas más improductivas pero que, eso sí, se dan vuelo viajando a otros países como si de sus travesías emergieran leyes que de verdad resolvieran los problemas de la ciudad (a menos que en este concepto tengan su demagógica propuesta sobre la mariguana).
El mismo martes de la selfie en el Senado, nuestro diario publicó también que esa Cámara aumentó casi en 30% la bolsa para el pago de asesores y que, contrario a las perennes demandas de utilizar más racionalmente los recursos públicos, aumentó en 175 el número de plazas de sus trabajadores, la mayoría de ellas por la contratación de secretarios técnicos para las comisiones, consultores parlamentarios, choferes y secretarias.
Así como la senadora Gómez del Campo no leyó (y si las leyó, no les hizo caso) las críticas de tuiteros (así se les llama a los usuarios de Twitter) en las que le sugerían dedicarse a labores más productivas que las de andarse tomando fotos, de la misma forma los legisladores pasaron por alto los reiterados cuestionamientos sobre los excesivos recursos que se destinan a asesores sin que quede claro de qué forma beneficia al trabajo legislativo. Recordemos que justo hace un año Excélsior también refirió que el propio Cordero, en ese momento presidente del Senado y coordinador de la fracción panista, tenía una nómina millonaria para pagar a asesores, entre quienes se encontraba, por cierto, Juan Ignacio Zavala Gómez del Campo, cuñado del expresidente Felipe Calderón (cuyas actividades académicas, por cierto, incluyen también la generación deselfies, como la que se tomó en Colombia con los exmandatarios de Perú, Alan García, y de Colombia, CésarGaviria, como para que nadie lo acuse de andar tratando de influir en el proceso sucesorio de su partido, supongo).
Pero como la moda selfie no es patrimonio panista, justo el otro partido que también renovará dirigencia, el PRD, también se subió a ese tren con un pasajero de lujo: el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, a quien fueron a visitar representantes de las tribus (así se llaman ellos mismos, que conste) para proponerle que de nueva cuenta acepte encabezar al partido del cual fue fundador.
Resulta asombroso ese contraste simbólico entre las corrientes perredistas tratando de ponerse a la moda cuando ellos mismos han representado varias de las más rancias prácticas de la política (clientelismo, caudillismo) que, por lo mismo, han alejado a los jóvenes, cuando justo ese partido en su origen representaba un referente para quienes se formaron políticamente en movimientos estudiantiles que buscaban una alternativa frente al autoritarismo de aquellos años, cuando el PRI era hegemónico y casi omnipotente.
Esas mismas corrientes, incapaces de generar entre ellas mismas un liderazgo contemporáneo capaz de aglutinarlas y modernizarlas, no vieron más opción que recurrir al ingeniero Cárdenas, aun cuando éste se ha negado reiteradamente a una reelección que sería contraria al espíritu que fundó ese partido. Si de nueva cuenta no acepta, quizá sea porque no fue buena idea desempolvar ese viejo recurso del destape anticipado por parte de las huestes perredistas. Muchas de ellas, por su origen priista, saben perfectamente que el que se mueve no sale en la foto. Por más selfie que sea.
Publicada el domingo 9 de marzo de 2014
Fabiola Guarneros Saavedra-Selfies

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