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Autodefensas en Michoacán (foto publicada en Excélsior)

29 de septiembre de 2011

Educación y Democracia

Aquí les dejo el artículo de opinión del domingo 25 de septiembre, publicado en Excélsior.

 

EDUCACIÓN Y DEMOCRACIA

ENLACE mostró un país rezagado en la enseñanza básica, y el desarrollo social se logra con un pueblo educado.

Hace 90 años nació la Secretaría de Educación Pública (SEP), José Vasconcelos cabildeó con diputados y el entonces presidente Álvaro Obregón un proyecto educativo nacional, que alfabetizara e instruyera a los mexicanos con una visión integral y de desarrollo.
La idea de Vasconcelos era transformar a los sectores marginados en grupos productivos y creadores, para que la población se integrara en “una unidad nacional libre y democrática.” Luchó por crear una estructura educativa para las mayorías.
El primer secretario de Educación Pública estaba convencido de que la educación permitía “modelar a los hombres para una función social”; es decir, prepararlos para que tuvieran un papel protagónico en el desarrollo del país.
Y así es, la educación es la base del progreso económico y cultural de una nación; procura el bienestar y la paz social, pero ¿cómo crece un país con 33 millones de mexicanos de 15 años y más en condiciones de rezago educativo?
¿De qué tamaño es el compromiso de nuestras autoridades con la educación que se imparte en las primarias, secundarias y bachilleratos? Si revisamos los resultados de la más reciente prueba ENLACE, el panorama es desalentador y revela que no hay ningún compromiso con los futuros ciudadanos.
Más de nueve millones de estudiantes, de los 14 millones evaluados con ENLACE, tienen nivel de “insuficiente” y “elemental” en Matemáticas, e “inquietantes” en lectura y escritura.
La OCDE, después de analizar los resultados de la prueba PISA del 2009, estimó que en un lapso de 80 años, México no ganará 25 billones de dólares, porque 50 por ciento de los estudiantes mexicanos de 15 años no tienen los conocimientos básicos para enfrentar la vida cotidiana y así contribuir al crecimiento económico del país.
Educar democratiza, permite superar las desigualdades sociales, acorta la brecha entre ricos y pobres, hace crecer a una nación. Un país educado, culto, preparado con las herramientas que dan los libros, el arte, la ciencia y la técnica, avanza.
Un ciudadano educado exige sus derechos, atiende sus obligaciones, trabaja por su país y aporta valores.
Un país que exhibe su rezago educativo --pues más del 60 por ciento de sus estudiantes de primaria obtiene calificaciones de “insuficiente y elemental”--, tiene un compromiso pendiente con el desarrollo.
Han pasado 90 años y el ideal de Vasconcelos de quitarle la ignorancia a los mexicanos aún no se concreta; tampoco hemos logrado que todos tengan acceso a la educación gratuita, ni se ha disminuido la brecha entre ricos y pobres. México avanza lento.
El secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, la líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, y nuestros gobernantes no deberían de estar de fiesta, los resultados en español, lectura, matemáticas, geografía e historia nos colocan como un país con rezagos. ¿Quién puede sentirse satisfecho?
Hoy, es necesario renovar el pacto educativo y desempolvar el objetivo del filósofo oaxaqueño: que no haya un solo analfabeta en el país. Pero para ello se necesita un compromiso con México, no una “alianza educativa” de membrete entre SEP y SNTE ni la que justifica el gobierno federal con Elba Esther Gordillo, porque se confunde con los intereses electorales.
Para que México continúe su construcción democrática y crezca económicamente necesita que las autoridades, legisladores, maestros y padres de familia vean en la educación una herramienta de desarrollo social.

La liga:
http://www.excelsior.com.mx/index.php?m=nota&id_nota=770453 

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